¡Mucho gusto emprendedor!
Soy Anthony Sanchez
Un niño común y corriente nada del otro mundo
No te voy a decir que vengo de una familia humilde que sobrevivía para vivir otro día más, era de una familia venezolana clase media trabajadora. En pocas palabras, viví desde mis primeros años de vida y me atrevería a decir que toda mi adolescencia ‘Muy cómodo y tranquilo’. Jugando videojuegos, yendo una que otra fiesta, haciendo deportes. No abusaba de ‘Mis privilegios’, pero tampoco me hacia el pendejo, ¡Guao!, vaya vida. Hoy, pensando en retrospectiva, me hubiera gustado que me dijeran ‘Lo que fácil viene, fácil se va’ o ‘Nada es para siempre’ y ya verás o entenderás el porque.
Comienzan los problemas
Terminando mi bachillerato (la secundaria) no sabía qué hacer con mi vida (literalmente). Preguntas como: ¿Qué iba a estudiar?, ¿A que me quiero dedicar? y muchas otras interrogantes relacionadas, típicas de un adolescente casi adulto joven que llevó una vida ‘Cómoda y Tranquila’. No quedé en ninguna de las Universidades reconocidas, sin embargo, para no quedarme sin estudiar, tomé una decisión improvisada. Decidí estudiar ‘Algo relacionado a las computadoras’, ya que, crecí en un ciber y me la pasaba jugando videojuegos y siempre tuve esa curiosidad de saber que había detrás de ese mundo. Así ingresé en el 2014, a la Universidad privada a estudiar Ingeniería en Informática. ¿Eso es todo?, no, a penas es la punta del iceberg.
Crisis de mi país
Desafortunadamente, nací en los últimos años de la buena Venezuela y no lo aproveché del todo. Me tocó convertirme en adulto de la noche a la mañana, en un país que cayó en picada en todos sus aspectos, afectando mi formación académica. Aun así logré finalizar la carrera con un sabor agridulce.
De niño a adulto en mi primera pasantía
La crisis se intensificaba, a nivel económico no fue la excepción. Durante ese momento, en lo personal, no me afectaba lo suficiente como para preocuparme, porque aún percibía con mucho esfuerzo la ayuda económica de mis padres en su totalidad. Esto alcanzó, hasta que conseguí primer trabajo en 2017, a través de mis pasantías y allí comenzó mi abismo. Me di cuenta que lo que ganaba mensual era insuficiente, allí comenzó la ansiedad, el estrés y todo un problema emocional (incluso algunos físicos), combinado con el ambiente laboral tóxico. Deseaba irme, pero no podía, porque luego ¿Quién iba a traer la comida a la mesa?. Al final no se si fue un alivio, pero me despidieron y juntando mi liquidación con los últimos recursos económicos de mis padres culminé la carrera en 2018.
Como un videojuego cambio mi vida
¿Un videojuego?. Si, desde que conocí ese mundo, siempre jugaba en mis tiempos libres. Durante mis últimos meses para culminar mi carrera, retomé uno al que le dediqué muchos años de ocio y el cual despertó la curiosidad de emprender Dofus. Me di cuenta que había un negocio dentro del mismo, en el cual, entre jugadores, se vendían las monedas que se usaban en el juego y se cambiaban por dinero real. Yo de ‘Curioso’ me metí en ese rollo y necesitando un ingreso mientras conseguía un empleo de mi carrera, más aún. Poco tiempo después decidí ingenuamente ‘¿Y si monto mi propio negocio de esto?’, y allí comenzó la aventura.
¿Un hobby o un negocio?
Estoy seguro que aquí vas a terminar de conectar. Ojo, todo esto lo hice con puro sentido común y empíricamente, sin haber estudiado nada relacionado a emprendimientos, negocios, marketing…. Primero pensé, ¿Donde voy a vender?, ¿En qué me voy a diferenciar para que me prefieran a mí y no a mis competidores?.... Me di cuenta que Facebook era mi primera opción porque desde allí hacía los intercambios con los compradores, por lo tanto, asumí que mis prospectos clientes estaban allí y creé una página llamada Eureka Gaming Services en el 2018. Logré mis primeras ventas, pero, observé que muchos no terminaban de decidirse por inseguridad a que los estafara (Algo que es muy común para este negocio). Esto me puso a pensar, ¿Cómo vencer a esta objeción?. Investigando, la mejor forma para mi en ese entonces fue utilizar un E-Commerce para automatizar los procesos de compra del cliente, seleccioné Mercadolibre como la mejor opción, porque mi prospecto era latino y este era el mejor de la región. Pude observar que no había competencia y decidí tomar la iniciativa (Siento que esto me hizo percibirme diferente a los demás) colocar publicaciones en las páginas de Mercadolibre de varios países de LATAM. ¿Y cuál fue el resultado?, excelente ¡vendí!, en unos países más que otros, pero en todos vendía. Estaba muy feliz porque había logrado prácticamente, sin invertir dinero, hacer que mi hobby me generara ingresos, pero, la alegría no duraría para siempre.
La pandemia me dejó en jaque
Conseguí empleo como Ingeniero a finales de 2018, pero estaba decidido a trabajar en paralelo para seguir escalando ese hobby, pero como a todos, le llegó la pandemia en 2020, afectándome sin excepción. Aproveché ese tiempo en casa para trabajar en ello y, ante la crisis económica y una pandemia, mi salario profesional se desmoronó. Durante este tiempo observé que había una oportunidad, la personas se quedarían en casa más tiempo y el tiempo libre aumentaría considerablemente, por consiguiente, el videojuego y su consumo creció a grandes escalas. Fue allí donde aparte de vender monedas, vendí muchos códigos de gift card para juegos y me dejaron buenos márgenes.> Tanto así, que mi ingreso ya era superior que trabajando como Ingeniero y decidí renunciar a mitades de 2021. Al principio estuve algo egocéntrico porque me creía ganador y realizado, sin saber que había tomado una de las peores decisiones de mi vida. Me confié en el ‘Efecto novedad’ y no aproveché esos márgenes para invertir en lo que más importa, en mi educación. Los primeros meses fueron normales, pero poco a poco, el ingreso del negocio iba disminuyendo, no me importó porque estaba confiado que mi carrera me salvaría, porque siendo tan demandada, conseguiría trabajo y todo seguiría como si nada. ¿Adivina?, no fue así, pasé desempleado el resto de mis días en mi país.
¡Jaque mate!
La crisis continuaba y muchos venezolanos continuaron migrando a otros países en búsqueda de una mejor calidad de vida, a pesar de esto, yo todo optimista, creía que no iba a ser necesario seguir ese camino porque todo negocio tiene altos y bajos. Creía que, si sobrevivía a esta baja, podría salir adelante de nuevo, llegó el punto en que las ventas pisaron un mínimo que solo alcanzaba para sobrevivir el diario y pagar las cuentas, por consecuencia, mi nivel de estrés y la ansiedad se estaba cobrando de algo crítico, mi salud. Por suerte, encontré que había una solución, necesitaba invertir en educación y hacer unas inversiones El problema era ¿De donde saco los recursos económicos para invertir? La respuesta era: ‘De ningún lado’ porque ya no tenía ingresos suficientes para ello, por lo tanto, jake mate, perdí , todo lo había planeado al revés.
Un nuevo comienzo
A finales de 2022, replanteé los objetivos del 2023, por dentro me sentía preocupado porque ya estaba llegando al límite y el negocio cayéndose. Fue entonces, recibí inesperadamente una llamada de un amigo que me daría un giro de 360°. Me estaban ofreciendo ir a los Estados Unidos de manera legal, sabía lo que esto conllevaba, aún haciendo todo de forma correcta. Acepté, ha sido toda una travesía desde que salí con las maletas de mi casa en Marzo del 2023, hasta hoy. Quise revancha, así que decidí trabajar en mi nuevo emprendimiento, mi carrera como Ingeniero en Informática, tracé toda una ruta de estudio para salir al mercado de nuevo, esta vez en mi área. El camino no ha sido fácil, pero me di cuenta que tenía razón, necesitaba invertir en mi educación para conseguir mejores resultados en mi vida, es el único camino. Si no, hoy no estuviera contándote esta historia.